La palabra archivo lo mismo significa el lugar donde se guardan los documentos, que la misma colección de documentos custodiada, o la institución con equipamientos y personal responsable de la custodia de los mismos. Si el archivo ha sido fuente de autenticidad y fehaciencia para los documentos es principalmente porque entre sus funciones está la custodia celosa y cuidadosa, en lugares seguros, ya por la construcción física, ya por el reconocimiento legal y penal de los recintos casi sagrados. Lo ha sido y es hoy en cierto modo para garantizar eficazmente la conservación contra la destrucción y la autenticidad contra la interpolación y falsificación. La Historia de las instituciones ha recogido testimonios abundantes, desde los más remotos tiempos de cómo un documento por el solo hecho de estar en un archivo determinado ha adquirido tanta autenticidad como la que hoy adquiere por la firma y registro de un notario.
La cultura tiene tres pilares que la sustentan y alrededor de los que giran el estudio y la investigación: los archivos, fuentes de documentación; la Historia, recuerdo de la humanidad; y el patrimonio, que identifica a los pueblos en simbiosis con el paisaje.