1 EL ALFABETO LATINO Y SUS ORÍGENES. HISTORIA DE LA ESCRITURA: LOS AVATARES DE UNA DISCIPLINA. CONCEPTO, OBJETO Y TERMINOLOGÍA PALEOGRÁFICA. FORMA Y FUNCIÓN DE LA ESCRITURA. BIBLIOGRAFÍA. 2 LAS MATERIAS ESCRIPTORIAS. INSTRUMENTOS PARA ESCRIBIR. LAS ABREVIATURAS BIBLIOGRAFÍA. 3 LA ESCRITURA LATINA EN LA EDAD ANTIGUA. LA ESCRITURA EN EL MUNDO ROMANO: DEL SISTEMA CLÁSICO AL SISTEMA NUEVO. BIBLIOGRAFÍA. 4 LA ESCRITURA LATINA EN LA EDAD MEDIA (I). EL PARTICULARISMO GRÁFICO ALTOMEDIEVAL. LA ESCRITURA VISIGÓTICA. BIBLIOGRAFÍA. 5 LA ESCRITURA LATINA EN LA EDAD MEDIA (II). EL RETORNO A LA UNIDAD GRÁFICA: LA ESCRITURA CAROLINA. BIBLIOGRAFÍA. EPD 6 LA ESCRITURA LATINA EN LA EDAD MEDIA (III). EL MUNDO BAJO MEDIEVAL Y LA RENOVADA DIFUSIÓN DE LA ESCRITURA. LAS UNIVERSIDADES. LOS HUMANISTAS Y LA ESCRITURA. BIBLIOGRAFÍA. 7 LA APARICIÓN DE LA IMPRENTA Y SUS REPERCUSIONES GRÁFICAS. LOS INCUNABLES. PERIODOS DEL INCUNABLE EN EL REINO DE CASTILL...
«La gente
quiere menos contenido, no más». Con estas
palabras de
Steve Rosenbaum se podría resumir el papel del
content
curator , una figura de reciente aparición —la primera
referencia
se produce en 2009— que cobra vida en un contex
-to de
sobreabundancia de información propiciado por la web
social y por
la necesidad de escuchar lo que se dice de una
marca o
sobre un tema en un entorno en el que las fuentes de
información
están hiper-fragmentadas. Su función no es otra
que la de
dar valor y publicar contenidos previamente selec
-cionados
sobre un tema.
Sobre esta
figura y la labor que desempeña trata el libro de
Javier
Guallar y Javier Leiva-Aguilera El content curator. Guía
básica para
el nuevo profesional de internet, que tiene el honor
de ser el
primer libro en español sobre el tema. Este texto su
-pone una
interesante aportación en el panorama bibliográfico
no sólo por
la novedad del asunto y su especial interés en el
ámbito de la
Documentación, como se podrá apreciar más ade
-lante, sino
también porque aporta el marco conceptual, la me
-todología y
las herramientas básicas para la content curation
y constituye
así el único manual de referencia en este momento.
Teoría y
práctica se equilibran a la perfección en dos grandes
apartados.
En el primero de ellos se introduce la figura del
content
curator y el contexto en el que surge, así como el punto de
vista de
diferentes especialistas en el tema. Con gran delicadeza
y precisión
se logra definir a pequeñas pinceladas qué es la
content
curation y también lo que no es, consiguiendo diferenciarla
de procesos
como la agregación, la difusión selectiva de la in
-formación o
la recomendación social.
Los autores
no evitan en ningún momento aspectos espi
-nosos y,
ante ellos, adoptan soluciones prácticas. Es lo que
sucede con
el asunto de la terminología, especialmente con
-trovertido
en su traducción al español, puesto que no se ha
encontrado
una solución satisfactoria para todos. En este sen
-tido,
Guallar y Leiva-Aguilera han preferido adoptar el mismo
término que
en inglés, no sin antes explicar las propuestas
existentes,
sus pros y sus contras.
Otro aspecto
que ha suscitado debate es la asimilación de
este campo
por parte de diferentes áreas profesionales, como
la
Documentación, el Marketing o la Comunicación. Desde el
ámbito de la
Documentación se han oído voces que comparan
a content
curation con el trabajo tradicional del
documentalis
-ta, por lo
que niegan la existencia de una nueva especialización
y consideran
que es más adecuado asimilarla. Lo cierto es que
la content
curation, como explican Guallar y Leiva-Aguilera, se
produce en
un nuevo contexto y requiere de tareas y habilida
-des
adicionales propias de la Comunicación y, en algunos casos,
del
Marketing o incluso de la Inteligencia competitiva.
En la
segunda parte del libro, de carácter eminentemen
-te
práctico, los autores desarrollan una metodología propia
que
denominan 4S, debido a que comprende cuatro fases:
search, select,sense making, share(búsqueda, selección, ca
-racterización
y difusión). Su punto de partida está en el mé
-todo de las
3S, propuesto por Beth Kanter, al que añaden la
fase de
selección. A esas cuatro fases los autores añaden dos
más: una
previa, de diseño y planificación, y otra posterior
de
evaluación o análisis.
Se
estructura así la parte práctica como un proceso informa
-tivo en el
que la labor humana resulta indispensable. Y es que,
aunque los
procesos de búsqueda y publicación de información
puedan ser
automatizados en parte, sólo las personas tienen la
capacidad de
seleccionar en función de unos criterios preesta
-blecidos y
de darles un valor añadido.
Cabe
destacar en este apartado la amplia exposición de he
-rramientas
de utilidad para la content curation, clasificadas se
-gún la fase
—o las fases— en la que sirven de apoyo. Paper.li,
Storify, Pinterest, Pocket, Flipboard, Google Alerts o Twitter son
algunas de
ellas. La mayoría funciona a través de la web y son
gratuitas,
por lo tanto asequibles para cualquiera. En el texto se
explica su
utilidad, sus puntos fuertes y debilidades y su uso de
forma
bastante detallada.
Cada una de
estas herramientas pueden ser de utilidad por
sí solas
para cualquier documentalista, gestor de comunidades
en línea y
para internautas, independientemente de si desem
-peñan o no
tareas propias de un content curator. Es por eso que
este libro
tiene un interés más allá del área que trata, también
por su
lenguaje sencillo y por la forma de explicar unos conteni
-dos
asequibles para cualquier internauta, y puede ser recomen
-dable
incluso para los usuarios de bibliotecas.
El lector
también encontrará en la segunda parte una des
-cripción y
pautas detalladas sobre cada fase, que tienen como
objetivo
guiar durante el proceso de content curation
y que son fruto
de la reconocida experiencia profesional de los autores.
Esto le
convierte en un texto muy completo a pesar de su corta
extensión,
de 162 páginas. La obra finaliza con un epílogo y se
completa con
una extensa bibliografía.
En
definitiva, El content curator es un título imprescindible y
muy
asequible para todos aquellos estudiantes y profesionales
que deseen
entender y asimilar los procesos de información en
la web
actual. Si en los inicios de internet el papel de los docu
-mentalistas
estaba en organizar la información, en la segunda
década del
siglo XXI la content curation pone de manifiesto la
necesidad de
profesionales que separen el grano de la paja y lo
doten de
valor.
Natalia
Arroyo-Vázquez
Fundación
Germán Sánchez Ruipérez
Revista
Española de Documentación Científica
37(2),
abril-junio 2014, e051
ISSN-L:0210-0614
http://redc.revistas.csic.es
El content
curator. Guía básica para el nuevo
profesional
de internet
Javier
Guallar, Javier Leiva-Aguilera
Barcelona:
Editorial UOC, 2013. (El profesional de la información: 24). ISBN
978-84-9064-018-0