La sociedad se manifiesta clara: las administraciones públicas deben ser faros que iluminen el camino hacia la promoción de la cultura escrita y la defensa de los derechos de autor. Esta es una de las conclusiones que emergen del Segundo Observatorio de la Sostenibilidad de la Cultura Escrita, una iniciativa de CEDRO presentada hace unas semanas en la capital española. En este informe se recoge la voz de los ciudadanos sobre las políticas públicas relacionadas con la cultura escrita.
El papel del autor local. Dentro de las páginas del Observatorio, se resalta que las medidas más apreciadas por la ciudadanía son aquellas dirigidas a apoyar a escritores y periodistas locales. Estos creadores son considerados piezas clave en el engranaje cultural de la sociedad, verdaderos artífices que moldean el pensamiento y la identidad de una comunidad. Además, se subraya la importancia de fortalecer sus derechos de autor, ya que son estos derechos los que otorgan al creador el respeto y la remuneración justa que su labor merece.
Fomento de la cultura y la lectura. El informe también pone de relieve la necesidad de impulsar la cultura a través de bibliotecas, tanto físicas como digitales, y de fomentar ferias del libro. Estas iniciativas son vistas como herramientas indispensables para garantizar el acceso legal a la cultura y estimular hábitos de lectura en la población. En un mundo cada vez más digitalizado, las bibliotecas se erigen como bastiones del conocimiento y la creatividad.
Desarrollo del pensamiento crítico. Los ciudadanos, además, valoran las iniciativas que buscan desarrollar un pensamiento crítico en la sociedad. Promover información de calidad, producida por editores comprometidos, es una tarea que debe ser prioritaria para las Administraciones públicas. La historia y la identidad cultural deben ser resguardadas y promovidas, pues son el espejo en el que se refleja nuestra esencia como sociedad.
Compromiso y reputación pública. El informe destaca que una Administración pública que se compromete a proteger los derechos de autor no solo refuerza el tejido cultural, sino que también mejora su reputación y responsabilidad social, alineándose con los criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza). Este compromiso no es un capricho, sino una necesidad que permite un desarrollo cultural y tecnológico integral.
Así, el Observatorio concluye con una reflexión poderosa: “La cultura escrita es nuestro patrimonio cultural y debe ser fortalecida y protegida por la Administración pública, pues es nuestra garantía de futuro como individuos y como sociedad”. Una llamada a la acción que resuena en cada rincón de la comunidad, un recordatorio de que la cultura no es solo un bien, sino un derecho que debemos cuidar y promover con fervor.