Taller de pergaminero. Ilustración de la Enciclopedia francesa de Diderot y d’Alembert, 1751-1772
La actual calle Almirante Apodaca tiene ubicado el Archivo Histórico Provincial de Sevilla, que anteriormente fuera el Palacio de Justicia; y que antiguamente se llamase de la Pergaminería, Pergamineros o Pergaminería de San Pedro pues allí se asentaba el establecimiento de este gremio o de esta actividad profesional. Es lo que afirman González de León y Santiago Montoto en sus obras sobre las calles de Sevilla.
Los hados se confabularon para que pasados varios siglos se conservasen en la misma calle y, desde principios de la década de 1990, en ese edificio de los antiguos Juzgados hispalenses, numerosos documentos en forma de libro, encuadernados y/o cubiertos muy probablemente con alguno de los pergaminos que allí se fabricaron. Estamos hablando de los protocolos notariales.
En 1875 la calle Almirante Apodaca recibió su denominación en honor al Capitán General de Cuba y Virrey de Nueva España, Juan Ruiz de Apodaca (1754-1835), que residió en la calle a su vuelta de México.
Hay que decir que hoy existe la calle Pergamino, en distrito Cerro-Amate, Palmete.
El pergamino es un soporte para la escritura que aparece allá por el siglo III a.C., cuyo origen se remonta a Pérgamo. Sustituye al papiro y precede al papel de pasta de trapo, siendo la materia escriptoria predominante durante los siglos VIII al XIII.
Se trata de una piel de animal (principalmente cabra, carnero, ternero, oveja o cordero) tras recibir un tratamiento especial para recibir la escritura.
La piel consta de tres capas:
- epidermis (zona de pelos),
- dermis (estrato denso de fibras entrecruzadas) e
- hipodermis (tejido subcutáneo de naturaleza adiposa).
El pergamino se obtiene a partir de la capa segunda.
El pergaminero era el menestral que elaboraba o vendía los pergaminos; y tlos ambién los vendían tenderos y pequeños comerciantes. Trabajaba en taller solo o con varios compañeros encargados cada uno de una fase, según épocas y comarcas.
El proceso de conversión de la piel en pergamino seguía su proceso.
- La piel era lavada y
- macerada en un baño de cal,
- liberada de pelo con un cuchillo especial,
- parcialmente desgrasada,
- estirada,
- secada y
- alisada bajo tensión.
- Después se procedía al “apresto”, la piel se preparaba untándola con diferentes sustancias que permitían la fijación de la tinta.
- otras ocasiones se blanqueaba o teñía.
Las primeras noticias que constan del oficio de pergaminero datan del siglo XI, vinculado con instituciones eclesiásticas. Después aparece el artesano independiente, en su mayor parte judíos.
Su escaso número en la ciudad, hace que este gremio se relacione con los de los artesanos de la piel y cuero.
En los archivos históricos se conservan documentos en pergamino, como cartas ejecutorias de hidalguía, o encuadernaciones de protocolos notariales y de fragmentos musicales de libros de coro; también en archivos eclesiásticos episcopales vemos bulas y breves, etc.
Al respecto interesaría consultar el Diccionario Histórico de las calles de Sevilla. Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía:
https://lajunta.es/3rlka
Más información sobre documentos en pergamino en el Archivo Histórico Provincial de Sevilla: https://lajunta.es/3ru3s
Inventario de bienes de Andrés Gutiérrez, pergaminero. Sig.14416P, ff. 943vº-945vº. 1596, noviembre, 20. Sevilla. 3 primeros folios.
Andrés Gutiérrez tenía su hogar y su taller de pergaminería en la calle Pajería (actual calle Zaragoza), en la collación de Santa María (Catedral). Falleció el 17 de noviembre de 1586. Por su testamento - sig. 9973, ff. 173rº-175rº- e inventario de bienes, que aquí mostramos, podemos conocer los útiles de su taller: bastidores, navajas y manojos de cuerdas de volantín, etc., así como distintos tipos de pieles y vitelas de pergamino.