La grafía es algo más que constancia de la personalidad por escrito, es también reflejo de enfermedades o patologías determinadas y específicas o relacionadas entre sí, porque con frecuencia, el individuo que padece una enfermedad puede padecer otra sintomatología que habla de otras patologías.
Por ejemplo, un individuo que debute con enfisema pulmonar, tendrá una escritura en la que se vean unas alteraciones concretas que identifican a esta enfermedad y no a otras.
El enfisema pulmonar es una patología crónica obstructiva que se identifica por hiperinsuflación y alteraciones destructivas de las paredes alveolares, lo que lleva a la pérdida de elasticidad de los pulmones y a la disminución del intercambio gaseoso.
Sabiendo esto, encontraremos signos gráficos orientadores y reveladores de alteraciones respiratorias. También se verá en la grafía un debilitamiento y alteración de los trazos, reducción del ancho en los bucles de las hampas en grafemas como la b, d,h, f.
Se puede advertir si un individuo presenta disnea por las características de su grafía. La disnea es dificultad respiratoria o la falta de aire que padece un determinado sujeto. Es una sensación de malestar subjetiva ocasionado porque su respiración engloba sensaciones cualitativas diferentes que varían en intensidad. La causa es múltiple, factores fisiológicos o psicológicos, sociales o ambientales diversos, que pueden a su vez inducir una respuesta fisiológicas a comportamientos secundarios.
Se puede advertir y confirmar, cotejando con pruebas médicas, si la disnea se debe a esfuerzos súbitos puntuales o a ritmos de trabajo, puntualizando en la intensidad de estos esfuerzos; y, sabiendo además, que en un enfermo coronario la disnea por esfuerzo es progresiva.
La ortopnea o disnea en posición de decúbito, aparece por la dificultad para respirar al estar acostado. Este trastorno requiere que la persona mantenga la cabeza elevada para poder respirar cómodamente, debe adoptar una posición similar a cuando está sentada o de pie; también se produce cuando la persona despierta de forma repentina y experimenta dificultad respiratoria, es a lo que se llama disnea paroxística nocturna. La disnea de decúbito, que se mejora cuando el sujeto se incorpora porque es una ortopnea, que puede alcanzar distintos grados de intensidad, pero se hace progresiva con el decúbito. Aunque la disnea también puede aparecer incluso si el individuo no realiza esfuerzo alguno, porque puede ser una consecuencia de trastornos múltiples pudiendo asociarse con enfermos coronarios, pulmonares o a ambos.
La dificultad en la respiración puede advertir sobre enfermedades como bronquitis crónica, asma o enfisema y, esta sensación de ahogo, que el sujeto experimenta como falta de oxígeno, se traduce en la grafía en signos específicos.
Serán indicadores de estos padecimientos los puntos innecesarios, el exceso de puntos que van marcados con énfasis, puntos sobre de letra i como raya horizontal; los puntos innecesarios sobre el guarismo 1; hampas flamígeras, en llamas o estilizadas o estrechadas.
Pueden aparecer algunos de estos síntomas porque un determinado sujeto presente disnea por ansiedad, por ejemplo ante un juzgado en el que debe ser objeto de una práctica pericial. En estas circunstancias es posible que la persona se sienta nervioso y experimente estas sensaciones propias de la disnea como que le falta el aire ante una situación que le supera o por lo menos que le incomoda en gran medida. Indicador de esta circunstancia será una separación excesiva entre las palabras. Siempre que la respiración sea dificultosa se producirá ansiedad y la respiración dificultosa puede también ser sintomática de nerviosismo, estres y ansiedad.
Perito Judicial PRL. Auditor PRL. Máster Oficial Prevención de Riesgos Laborales. Doctora en Hª Medieval, Ciencias y Técnicas Historiográficas. Master en Dirección de CCMM. Especialista Universitario AAMM. Archivera. Lda. en Geografía e Historia. CAP y FO.
En el caso del asma las letras aparecerán
con cortes y brizados, con puntos innecesarios, empastes; la presión que se debilita
y aparecen interrupciones en el trazado. Al igual que de repente aparecen
presiones excesivas, torsiones o signos que indican angustia en el paciente
autor de la grafía.
La angustia deja su reflejo en el cuerpo
de escritura porque tiene mucho que ver con la respiración y suele suceder que
una crisis asmática viene de la mano de una perturbación del individuo; un ataque de asma es producto de la reacción
ante algo o alguien que se estima como pérdida, es como una llamada de atención
y socorro al sujeto.