A perro flaco, todo se le vuelven pulgas. Sí, así es. En nuestro sector, el mundo de la cultura, de la verdadera cultura, no del espectáculo ni de los festejos cruentos, el mundo de los archivos, la documentación, las bibliotecas, los museos, tiene mucha deficultad a la hora de contratar a sus profesionales.
Las partidas para cultura se distraen para otras cosas como las antes citadas de forma que los verdaderos profesionales de la cultura van de contrato en contrato, en el mejor de los casos; y, en el peor, llevan hasta más de seis años en el paro, muchos sin ayudas ni subsidios, viven en la casa familiar sin poder hacer su propia vida.
Muchos de ellos van sumando años y, por tanto, acumulando dificultad para ser contratados de nuevo, en un mundo en el que si no es por oposición no se trabaja, donde han cerrado la puerta a los contratos personales y puesto la contratación en manos de mepresas consultoras que subcontratan por precios bajos, -la cosa parece que no da para más- a profesionales muy especializados, con mucha experiencia y en ocasiones sobrecualificados.
A todo esto se suma la necesidad de preparar oposiciones, dado que parece que es la única forma de adquirir empleo, aunque este sistema, que cuenta con grandes porcentages de fraude a nivel general, debería quedar totalmente suprimido. Las oposiciones se han convertido en un modo de obtener dinero por parte de la Administración, dinero que extraen de los bolsillos de los más desfavorecidos de la sociedad: los parados.
Y podemos pensar...., ¿para qué sirven las oposiciones si el profesional es facultativo desde que salió de la facultad donde probó sobradamente sus conocimientos?. Ni que decir tiene para el caso de los que además de tener la licenciatura tienen título de doctor. ¿Qué tienen estas personas que demostrar en las oposiciones?. ¿Para qué son en realidad las oposiciones?. Mucho me temo que la respuesta va en la línea del pensamiento que apuntábamos antes: la Administración extrae unos ingresos considerables con esta práctica abusiva.
Todavía hay más. Mientras alguien te contrata o mientras apruebas las oposiciones tienes que vivir, el parado tiene como trabajo primordial buscar trabajo, todas las horas del día son para eso, aunque no baste y muchas veces se piense que se está perdiendo literalmente el tiempo.
Mientras se busca empleo se recurre a los buscadores y empresas de trabajo temporal que anuncias sus ofertas en internet. Pero no todos hacen gala de la misma honestidad. Con demasiada frecuencia el parado que busca empleo en internet sufre el engaño de algunos agregadores de empleo, que usan bucles que rebotan en otras páginas solamente con el objeto de obtener los datos personales del candidato en cuestión.
Existen algunas páginas que anuncian buenas ofertas de trabajo simplemente para que el usuario se registre en ellas, pero realmente no tienen una base de datos propia y un enlace te lleva a otro enlace y a otro y a otros, solo llevan a bucles a otros portales.
La mayoría de los parados buscan empleo a través de Internet, dado que el presentarse en las oficinas de recursos humanos ha dado contemporáneamente en ser una práctica en desuso y de la que las empresas huyen como de la peste.
Según Encuesta de Población Activa del INE, Instituto Nacional de Estadística, el paro registrado en España está por encima de los 3,6 M de personas, lo que equivale a decir que la tasa de paro es en España de 16% y esto solo encuanto a los menores de 25 años, la tasa se incremente cerca del 38%, por encima de la media de la eurozona.
Proliferan los agregadores de ofertas de trabajo fraudulentos que esconden objetivos oscuros, tales como obtener datos del usuario que está confiando en ellos para revenderlos después al mejor postor. Esto es más que delictivo si se tiene en cuenta que quienes buscan empleo son la población más débil y necesitada de todos los grupos sociales. Los mueve la necesidad frente a las emtidades a las que las mueve la codicia y la mala praxis.
Frecuentemente estos portales fraudulentos nos sorprenden con la publicación de puestos antiguos, que ya han sido cubiertos, con el fin de generar tráfico en sus webs que están llenas de anuncios que rentabilizan las entradas.
España es el país con la segunda mayor tasa de desempleo de la UE. Mientras unos buscan desesperadamente un empleo otros abanderan la picaresca.
Estos agregadores que publicitadores de posibilidades laborales en poco tiempo se han multiplicado. Podemos reconocer estos sitios porque son webs que recogen las ofertas de empleo y las publican en un sitio único para que sean más accesibles a la persona que busca trabajo.
Muchas no agregan la url de la fuente original de la oferta, agregan a otros agregadores, son portales que hacen pinchar al usuario en sitio tras sitio hasta llevarlo por fin a plataformas que tienen su propia base de datos y en las que sí están las oportunidades de empleo (InfoJobs, Infoempleo...), aunque puede ser que el anuncio haya caducado.
Los agregadores fraudulentos buscan lograr mucho tráfico en sus webs, para esto muestran gran volumen de ofertas de trabajo pero realmente no tienen ninguna oferta propia sino que son meros compiladores de ofertas (fraudulentas o que llevan a otros agregadores).
Al registrarse como usuario se están poniendo a disposición de estas entidades fraudulentas datos personales que ellas pueden utilizar maliciosamente. Muchas pueden venderlos a terceros para fines publicitarios.
Esta mala práctica incumple el Reglamento General de Protección de Datos, porque se solicitan al usuario sus datos con un falso pretexto y diciendo que los datos se usan para una finalidad que no cumplen.
El artículo 5 del Reglamento General de Protección de Datos dice que:
“Los datos personales serán
- a) tratados de manera lícita, leal y transparente en relación con el interesado y
- b) recogidos con fines determinados, explícitos y legítimos, y no serán tratados ulteriormente de manera incompatible con dichos fines”.
Está claro que hay una infracción.
Esta picaresca hace perder además un tiempo precioso a los usuarios, que sin duda, podrían emplearlo en sitios y actuaciones más óptimas para ellos.
En España, Asempleo, la patronal de Empresas de Trabajo Temporal y Agencias de Empleo,denunció el incremento de estas prácticas fraudulentas en portales de empleo y en redes sociales con el fin de captar víctimas por medio de ofertas de empleo falsas, que “utilizando nombres y logos de empresas de trabajo temporal y agencias de empleo autorizadas, captan candidatos a través de ofertas de empleo atractivas con el objetivo de utilizar estos canales para poder realizar estafas de todo tipo”.
Aviso del FBI
Fuera de España, el FBI a finales de abril de 2021 alertaba que los ciberdelincuentes están utilizando listas de trabajos falsas para poder identificar la información de identificación personal de los distintos usuarios: “Se aprovechan de su posición como ‘empleadores’ para persuadir a las víctimas de que les proporcionen información de identificación personal, se conviertan en mulas de dinero involuntarias o les envíen dinero”, decía la agencia del FBI en un comunicado.
Los ciberdelincuentes se hacen pasar por empleadores legítimos suplantando los sitios web de la empresa y publicando ofertas falsas de trabajo en las bolsas de trabajo más populares online.