La visita es un deber ligado al ministerio pastoral del obispo por medio del cual, haciendo efectiva su presencia, inspecciona y gobierna en las parroquias de su jurisdicción. Puede y suele delegar en un ministro o Visitador eclesiástico, comisionado que estará obligado a una oficiosa solicitud, prudencia y vigilante celo en el cumplimiento de su misión, encaminada a"desarraigar vicios, plantar y enseñar sana y cathólica doctrina, defender, fomentar y aiudar la virtud para que cresca más y más, para onra y gloria del Señor, bien y aprovechamiento de las almas, obrando en todo con mucha prudenzia y vigilante celo..."[1].
Además, como indica Trento, habrá de ir “con el menor gasto y aparato que fuere posible”, aunque el boato será algo inherente a la Visita Pastoral desde el mismo momento de su publicación que se hará con repique de campanas, edictos y convocatoria pública.
Con todo ello, la Iglesia deja sentir su presencia orgánica, los visitadores informaran a la cabeza rectora, como si de sus ojos y lengua propios se tratase, de todo lo que pueda afectar al cumplimiento de “la Ley Divina”.
El Concilio de Trento reconoce la necesidad de realizar con frecuencia estas inspecciones y la visita pastoral, se restablece con fuerza para terminar con el estado de abandono y el clima de crisis, ignorancia y corrupción que la envolvía; en España habría de realizarse cada cuatro años[2] y solo el año de la toma de posesión de la silla episcopal, sería obligatoriamente realizada por el obispo, quien a partir de entonces podrá delegar en la figura del Visitador eclesiástico.
Trento establece otra obligación, a partir de ahora los obispos tendrán obligación de residir en su sede episcopal y gobernar personalmente los asuntos de su diócesis, que en ocasiones hubieron de ser resueltos por el vicario capitular; con ello, la documentación generada al hilo de este personal-gobierno-pastoral-episcopal quedará desde este momento retenida en el archivo de la casa del prelado, en el Archivo Arzobispal.
Calderón Berrocal, María del Carmen, “ La Parroquia en los Libros de Visitas Pastorales del Archivo General del Arzobispado de Sevilla”. VIII Congreso de Archiveros Eclesiásticos. Septiembre 1994. Actas vol. VIII Memoria Ecclesiae: Instituciones Eclesiásticas IV: Parroquia y Arciprestazgo en los Archivos de la Iglesia. Oviedo-Salamanca 1996.