Este fresco pompeyano es una muestra de la presencia de la mujer en la cultura desde la época clásica.
La actitud es la de tomar notas, pero no con una agenda y lápiz o bolígrafo sino con una tablilla de cera y un punzón.
Actualmente, la tecnología ha sembrado nuevas costumbres; y ahora tomamos notas con la pda, el smartphone o el tabletpc.
Sin duda es una mujer de la alta sociedad pompeyana, como informan sus pendientes y redecilla de oro. Seguramente es un retrato al que solo las altas esferas tenían acceso. Retrato y cultura indican la posición social, la condición femenina, en esta ocasión, no fue un obstáculo.