LA PAZ sale el Domingo de Ramos de la Parroquia de San Sebastián.
En el blasón están presentes una custodia, que habla del carácter sacramental de la hermandad, flanqueada por dos óvalos, en uno presenta el escudo del Cabildo Catedralicio, con la Giralda y los dos jarrones de azucenas, así como el arco y las flechas aludiendo a San Sebastián. En el otro está presente sobre cruz latina, el monograma de Cristo (JHS). Bajo los ovalos, el anagrama de María (la A y la M entrelazadas). Flanquean enmarcándo el escudo una rama de olivo, símbolo de la paz; y una palma, símbolo de la Victoria, el triunfo sobre la muerte. El escudo está coronado por corona real.
La medalla es de metal, en forma oval, en el anverso representa el Jesús de la Victoria de perfil y en el reverso la Virgen de la Paz. Lleva cordón de seda con dos cabos, uno azul y otro rojo.
El misterio representa el momento en que ponen a Jesús sobre sus hombros el madero para su ejecución. Esta representación escénica tiene su origen iconográfico en las Estaciones de la Cruz, Vía Crucis o Vía Dolorosa. En el Viacrucis tradicional, es la segunda estación; mientras que en el reformado por Juan Pablo II en 1991, ocupa la séptima estación. Así mismo es el cuarto Misterio Doloroso en el Santo Rosario.
En la iconografía del paso están represendos tanto los poderes romanos como los judíos, civil y religioso. Forman el conjunto escultórico un total de cinco figuras, incluida la de Cristo; Jesús, un sanedrita, un romano y dos sayones. El misterio sigue el "diseño" en acuarela de D. Fernando Aguilar.
Todas las figuras que completan el misterio: romano, senedrita y los dos sayones, son obra de Antonio Illanes Rodríguez, realizadas entre 1943-44; y fueron restauradas en 1986 por Elías García Rodríguez.
El paso es de estilo neobarroco proyectado por Antonio Jiménez Isorna en 1947. Las medidas de la parihuela son 230 x 532 x 146 cm.; y la talla es obra de José Martínez con la colaboración de Antonio Martín Fernández y Antonio Vega Sánchez, 1950.
El dorado es de Herrera y Feria, datado en 1950; y vuelto a dorar trasera y delantera del canasto en 1985 por Joaquín Bellido Serrano.
Lleva cuatro jarras para flores doradas y situadas entre los candelabros a los laterales del paso.
Candelabros de guardabrisas dorados, de Manuel Guzmán Bejarano en 1977, y dorados por Antonio Sánchez ese mismo año; restaurados por Manuel Verdugo.