Se localiza en la Ruta provincial E-55, kilómetro 22, a dos kilómetros del dique San Roque.
Hacia 1897 el ingeniero francés Alfredo Molet inicia trámites para crear una usina hidroeléctrica junto al río Suquía con el propósito de abastecer a una fábrica de carburo de calciode energía, este elemento se usaba para el alumbrado.
En 1902, Molet junto con otros inversores, vio nacer su proyecto en la Compañía Molet de Carburo de Calcio en la ruta provincial E-55 kilómetro 22.
El antecedente más importante de la usina data de 1889, cuando se empieza a aprovechar la reserva energética del dique San Roque, que habían construido Juan Bialet Massé y Carlos Casaffousth; pero desde el año anterior ya funcionaba una usina pequeña en la calle Tucumán de Córdoba, entre el tramo comprendido entre Humberto Primero y La Tablada.
La cuenca del río Suquía fue el sitio elegido para instalar las primeras centrales hidroeléctricas que abastecieran a la capital. En orden cronológico aparecen Casa Bamba en 1897, la hidroeléctrica Molet en 1901, La Calera en 1911 y la central San Roque en 1959.
Pese al entusiasmo inicia, por desavenencias entre Molet y sus socios, en 1909, se vendió la concesión, dique, máquinas, acciones y derechos a la CIA General de Electricidad. En 1910 la empresa desistió de la producción de carburo de calcio y se empeña en aprovechar la totalidad de la energía en el abastecimiento eléctrico a la Capital de Córdoba.
El año 1946 el Servicio Público de Electricidad pasa a manos del Estado provincial y seis años más tarde se crea la actual Empresa Provincial de Energía Córdoba (Epec).
Hacia 1960, las dos hidroeléctricas más antiguas, Casa Bamba y Molet, dejan de funcionar. Sus edificios representan hoy un importante patrimonio industrial que requieren urgente rescate y puesta en valor.
En 1978 y ante la proximidad del Mundial de Fútbol, se completó y pavimentó la ruta E-55 entre la ciudad de La Calera y el dique San Roque, lo que facilitó el paso de vehículos y nace la idea de crear un museo de la electricidad en la Usina Molet, el proyecto llega a concretarse finalmente el 18 de mayo de 2005. El Museo Usina Molet se construye en el edificio original de mampostería y piedra a tres naves; y en él se narra la historia de la electricidad y su contribución enorme al desarrollo y progreso de la humanidad.
El espacio cultural, está distribuido en tres grandes salas a distintos niveles, destinado a recibir estudiantes, profesionales y toda clase de público para mostrar la evolución de la tecnología, preservación del medio ambiente y cultura local; los avances de la industria eléctrica se ofrecen con la muestra de una interesante colección de objetos, publicaciones y videos documentales.
El museo tiene instalaciones preparadas para eventos culturales y abre sus puertas a exposiciones artísticas, conciertos, recitales, conferencias.
Los alrededores de la vieja central hidroeléctrica se transforman hoy en un espacio recreativo donde se pueden hacer paseos y caminatas para la observación de la fauna y de la flora autóctonas.
Jean Luc Molet, sobrino nieto del artífice de la usina vino desde Francia a visitar el museo y donó pinturas realizadas por Alfredo Molet y parte de su vajilla. El museo recibe una media de 1.500 visitas mensualmente, lo que supone un número aproximado de 20.000 personas al año, que vienen de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe, Mendoza, Santa Cruz, Tucumán, de Chile, Uruguay e Inglaterra sobre todo.