La actividad turística debe contemplar cuatro grandes ámbitos de actuación:
El sistema turístico, en el que se encuentran todos los agentes públicos y privados que interactúan en el sector turismo.
Los destinos, entendidos como el espacio donde confluyen los recursos, las empresas, los servicios y los productos.
Las personas, como base funda-mental de la prestación de los servicios turísticos
El turista, como referencia permanente para ir adecuando el producto turístico a sus necesidades y expectativas.
Las actuaciones en estos cuatro frentes se apoyan en cuatro estrategias:
COOPERACIÓN MULTILATERAL
MEJORA DE LOS SERVICIOS
EXTENSIÓN DE LAS GARANTÍAS
ALINEACIÓN CON EL MERCADO
ESTRATEGIA DE COOPERACIÓN MULTILATERAL
La propia industria es la destinataria y principal ejecutora de las acciones concretas de la actividad turística. Sin embargo, el papel de la administración es garantizar la confluencia de condiciones necesarias para su ejecución, de acuerdo con las políticas sectoriales. Por tanto, corresponde a
la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte, a través de la Dirección General de Calidad, Innovación yProspectiva Turística, asumir el papel fundamental de liderazgo de la política de calidad turística. La administración local, por su parte, es un actor imprescindible, puesto que es a este nivel donde se gestionan los destinos, el espacio físico en que se desarrolla la actividad turística. Finalmente, el concepto de calidad turística incluye también la actuación de otras administraciones públicas cuya actuación tiene una vertiente turística.
Frecuentemente, las actuaciones encaminadas a lograr los objetivos de una política pueden solaparse con las actuaciones puestas en marcha para otro fin. Por ello, es necesaria una estrategia a largo plazo
intersectorial para que las concesiones que se puedan hacer a corto plazo no menoscaben el éxito de las políticas autonómicas a largo plazo. Es por ello necesario actuar a todos los niveles de la administración pública e incorporar a lo largo del proceso al sector privado y agentes sociales, destinatarios y beneficiarios de las actuaciones previstas en el Plan.
La estrategia de calidad turística implica mejorar la coherencia entre las políticas lideradas por los distintos actores del destino. Para ello, es necesario que los organismos responsables de cada ámbito de actuación contemplen los supuestos de solapamiento entre políticas de distinta naturaleza, de modo que cada actuación promovida prevea sus impactos en la calidad turística.
El Plan de Calidad Turística de Andalucía pretende fortalecer el papel impulsor de las políticas turísticas de las administraciones públicas. Mediante unos adecuados mecanismos de coordinación se consigue una mejor planificación de actuaciones y, consecuentemente, mayor eficiencia en el gasto y mejorada eficacia en el desempeño de sus funciones.
El sistema turístico, en el que se encuentran todos los agentes públicos y privados que interactúan en el sector turismo.
Los destinos, entendidos como el espacio donde confluyen los recursos, las empresas, los servicios y los productos.
Las personas, como base funda-mental de la prestación de los servicios turísticos
El turista, como referencia permanente para ir adecuando el producto turístico a sus necesidades y expectativas.
Las actuaciones en estos cuatro frentes se apoyan en cuatro estrategias:
COOPERACIÓN MULTILATERAL
MEJORA DE LOS SERVICIOS
EXTENSIÓN DE LAS GARANTÍAS
ALINEACIÓN CON EL MERCADO
ESTRATEGIA DE COOPERACIÓN MULTILATERAL
La propia industria es la destinataria y principal ejecutora de las acciones concretas de la actividad turística. Sin embargo, el papel de la administración es garantizar la confluencia de condiciones necesarias para su ejecución, de acuerdo con las políticas sectoriales. Por tanto, corresponde a
la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte, a través de la Dirección General de Calidad, Innovación yProspectiva Turística, asumir el papel fundamental de liderazgo de la política de calidad turística. La administración local, por su parte, es un actor imprescindible, puesto que es a este nivel donde se gestionan los destinos, el espacio físico en que se desarrolla la actividad turística. Finalmente, el concepto de calidad turística incluye también la actuación de otras administraciones públicas cuya actuación tiene una vertiente turística.
Frecuentemente, las actuaciones encaminadas a lograr los objetivos de una política pueden solaparse con las actuaciones puestas en marcha para otro fin. Por ello, es necesaria una estrategia a largo plazo
intersectorial para que las concesiones que se puedan hacer a corto plazo no menoscaben el éxito de las políticas autonómicas a largo plazo. Es por ello necesario actuar a todos los niveles de la administración pública e incorporar a lo largo del proceso al sector privado y agentes sociales, destinatarios y beneficiarios de las actuaciones previstas en el Plan.
La estrategia de calidad turística implica mejorar la coherencia entre las políticas lideradas por los distintos actores del destino. Para ello, es necesario que los organismos responsables de cada ámbito de actuación contemplen los supuestos de solapamiento entre políticas de distinta naturaleza, de modo que cada actuación promovida prevea sus impactos en la calidad turística.
El Plan de Calidad Turística de Andalucía pretende fortalecer el papel impulsor de las políticas turísticas de las administraciones públicas. Mediante unos adecuados mecanismos de coordinación se consigue una mejor planificación de actuaciones y, consecuentemente, mayor eficiencia en el gasto y mejorada eficacia en el desempeño de sus funciones.