La estrategia de extensión de las garantías tiene como destinatarios los destinos turísticos y todos los
componentes en ellos presentes cuya actuación es directa o indirectamente turística. Esta estrategia actúa sobre la oferta turística básica y complementaria, los servicios públicos turísticos y los recursos.
Esta es una estrategia "de abajo-arriba", en la que el Plan de Calidad Turística actúa como palanca para potenciar una cultura de calidad entre los múltiples actores del destino.
Las garantías se entienden como las certificaciones en materia de calidad, tanto la certificación "Q" de calidad turística del SCTE como los certificados reconocidos internacionalmente como la familia de normas ISO o la Bandera Azul de playas. En destinos, por su parte, el sistema de calidad turística reconocido es el SICTED, basado en las buenas prácticas.
Actúa sobre los destinos, la oferta y los recursos turísticos. Por ello, la adecuación del destino a las expectativas del turista no se limita a los servicios puramente turísticos como la existencia de puntos de información turística o la señalización de recursos de interés. También se tienen en cuenta servicios públicos no turísticos, cuyo uso comparte el visitante con la población residente.
La implantación de la calidad en destinos incorpora además un componente territorial, puesto que se
pretende abarcar la totalidad de la comunidad autónoma. La actuación sobre la oferta está encaminada a una mejora de la competitividad del sector en el mercado frente a destinos competidores.
En este ámbito es fundamental la colaboración de las asociaciones empresariales y otras entidades
intermedias. El Plan prevé el apoyo a los proyectos de calidad existentes y la creación de nuevas
oportunidades, mediante la asistencia técnica y la expansión de los mecanismos de participación públicoprivada.