El 23 de diciembre 1598 moría el promotor y mecenas del Colegio de San Basilio, regentado por monges basilios, lugar en el que se fundara la hermandad de la Esperanza Macarena. De aquello solamente queda una escultura funeraria perteneciente al sarcófago del griego piadoso, está a la
entrada del Museo Arqueológico de Sevilla, quizás sin reparar en lo que se debiera tamaña significación del propietario del sarcófago, que fuera un adinerado comerciante griego, que como la mayoría de los griegos presumía ser deboto de San Basilio.
Nicolás Triarchi cuál sufragó las obras para la creación del Colegio de San Basilio, orden asentada en Sevilla de la mano e impulso de fray Hernando de la Cruz, fraile dedicado a la asistencia a enfermos y el mismo que impulsó entre los vecinos de la collación de San Gil la fundación de una hermandad que bajo la advocación de la Virgen de la Esperanza, que tenían Señor de la Sentencia, pero no tenían Virgen, para que sirviera de alivio a los enfermos del vecino Hospital de las Cinco Llagas, aunque el administrador de Las Cinco Llagas no quisiera acogerla por estimar que ya tenía alojadas intramuros demasiadas hermandades. La fundación se produjo un 24 de noviembre de 1595. A lo que sí accedió el administrador de las Cinco Llagas, necesitado de un reloj, fue a intercambiar con la Hermandad de la Sentencia un reloj que ellos poseían por una talla dolorosa de la Virgen para vestir que tenía el Hospital como heredero de los bienes de un difunto enfermo indiano. No hubo más que contrato oral, no hubo venta sino solo trueque que se podía deshacer cuando cualquiera de las partes lo decidiese. Y así comienza la leyenda de la Macarena y el Hospital.
entrada del Museo Arqueológico de Sevilla, quizás sin reparar en lo que se debiera tamaña significación del propietario del sarcófago, que fuera un adinerado comerciante griego, que como la mayoría de los griegos presumía ser deboto de San Basilio.
Nicolás Triarchi cuál sufragó las obras para la creación del Colegio de San Basilio, orden asentada en Sevilla de la mano e impulso de fray Hernando de la Cruz, fraile dedicado a la asistencia a enfermos y el mismo que impulsó entre los vecinos de la collación de San Gil la fundación de una hermandad que bajo la advocación de la Virgen de la Esperanza, que tenían Señor de la Sentencia, pero no tenían Virgen, para que sirviera de alivio a los enfermos del vecino Hospital de las Cinco Llagas, aunque el administrador de Las Cinco Llagas no quisiera acogerla por estimar que ya tenía alojadas intramuros demasiadas hermandades. La fundación se produjo un 24 de noviembre de 1595. A lo que sí accedió el administrador de las Cinco Llagas, necesitado de un reloj, fue a intercambiar con la Hermandad de la Sentencia un reloj que ellos poseían por una talla dolorosa de la Virgen para vestir que tenía el Hospital como heredero de los bienes de un difunto enfermo indiano. No hubo más que contrato oral, no hubo venta sino solo trueque que se podía deshacer cuando cualquiera de las partes lo decidiese. Y así comienza la leyenda de la Macarena y el Hospital.