El lenguaje de marcado de documentos HTML (Hypertext
Markup Language) fue esencial para la popularización de la World Wide Web como
soporte de los documentos que la componen.
Un lenguaje de marcado no es más que
un conjunto de marcas o reglas de codificación que hacen comprensibles los
documentos electrónicos, son espacios en blanco entre palabras, signos de
puntuación, negrillas, etc.
Este tipo de marcado se orienta exclusivamente, en principio, hacia
la correcta presentación formal del documento electrónico. Pero también es posible
utilizar el marcado de los documentos con fines documentales, al permitir
separar elementos lógicos o estructuras del documento.
Son lenguajes orientados
a la descripción formal y del contenido de los documentos, son lenguajes orientados a la
identificación de las piezas lógicas que forman la estructura de un
documento (para formalizar estructuras normalizadas de tipos de documentos) y/o
a la descripción del contenido del mismo (preparando los documentos
electrónicos para ser almacenados y recuperados).
Son lenguajes más flexibles
que diferencian entre lo que el documento es y cómo éste debe ser presentado.
El principal lenguaje en este campo es el SGML (Standard Generalized Markup
Language) convertido en 1986 en la norma internacional ISO 8879:1986. De hecho
el HTML es una aplicación concreta del SGML, creada en 1989 para compartir y
gestionar información electrónica estructurada y normalizada en un entorno
corporativo para su uso por parte de personal no especialista en documentación,
y ponía en énfasis en la filosofía del hipertexto para crear vínculos entre los
documentos de dicha institución y otras instituciones colaboradoras. Es lo que
todos conocemos como Web. [1]
Con el tiempo el modelo de marcado
hipertextual HTML se reveló insuficiente para cumplir con varias premisas
básicas:
-la estabilidad de un modelo de descripción de documentos electrónicos
-la estructuración de la información electrónica para su almacenamiento en bases
de datos y
-la potencialidad del formato para la recuperación exacta de la
información.
Era necesario pues desarrollar un lenguaje de
marcado que pudiera hacer frente a estas premisas con éxito.
El resultado fue el XML (Extensible Markup Language),
que es en realidad una forma simplificada del SGML, adecuada para operar en la
Web, supone un metalenguaje que permite al usuario definir lenguajes propios de
marcado de documentos electrónicos en un entorno informático con tecnología
Web.
En este contexto, las infinitas posibilidades de
intercambio de información electrónica ofrecidas por Internet y la existencia
del lenguaje SGML que reunía los requerimientos funcionales necesarios para el
desarrollo de unas normas de codificación para los instrumentos de descripción
utilizados para describir los materiales de archivo y los manuscritos
existentes en bibliotecas, archivos y museos, llevó a la Universidad de
Berkeley en 1993 a iniciar un proyecto de descripción archivística codificada,
conocido por sus siglas en inglés EAD.
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[1] CAMACHO RUEDA, EDUARDO: El impacto de las nuevas tecnologías...